Regalados por Ana, despues de los mouslings y pintados cuando tengo un rato para dedicarles, tengo un montón de pequeños héroes animales. Empezamos por un clásico llevado a tierras lejanas....
DARTA-PANDA
Campesino de las Tierras del Oeste, al otro lado del Mar, el joven Darta-Panda fue entrenado por su padre, antiguo soldado caído en desgracia, en las artes marciales y en los altos ideales del Honor. Incapaz de soportar la hipocresía y decadencia de sus gobernantes, tras la muerte de su padre Darta-Panda comenzó un camino de meditación y aprendizaje para templar su espíritu juvenil, el cual le llevó a cruzar el Mar y entrar en el Imperio Sereno, donde conoció a los Tres Samuráis y quedó totalmente enamorado de Yuki-Leta.
Sirvienta de su Serenísima Emperatriz, Yuki es más que una simple criada. Educada en múltiples artes, es una gran artista, música y poetisa, además de una hábil estratega y una letal combatiente con el abanico y con la espada que esconde en el mango de su sombrilla. Darta-Panda apenas conoce la mitad de las habilidades de de Yuki, aunque ya le ha entregado su corazón. Para su sorpresa, la dama de la corte y leal servidora del Imperio también le está cogiendo aprecio al alocado joven de tierras extranjeras...
Uno de los Tres Samuráis, conocidos guerreros, tanto por su habilidad en el combate, como por la fuerte amistad que los une. Aran-Min es el más intelectual y espiritual de los tres, intentando siempre alcanzar la perfección de cuerpo y mente. Aunque batallas tiene de sobra, Aran-Min cree que su espíritu aún tiene muchas imperfecciones, por lo que ansía retirarse una temporada a un monasterio a meditar. Sin embargo, las continuas aventuras en las que se meten sus amigos le hace postponerlo una y otra vez.
ATO-SAN
El más noble y caballeroso de los Tres Samurais es, a la vez el más callado y reservado. Sus compañeros saben que algún hecho de su pasado le carcome por dentro y que muchas de las arriesgadas aventuras en las que se embarca buscan en el fondo expiar ese desconocido pecado. No obstante, Aran-Min y Porto-San respetan el silencio de su compañero y lo acompañarían al mismísimo infierno sin preguntas, si este se encaminara hacia él.
PORTO-SAN
El más fuerte de los Tres Samuráis y el de mejor sentido del humor, es considerado por muchos como un simplón. Sin embargo, Porto-San no es para nada falto de entendederas, como ha demostrado muchas veces, sino que prefiere seguir y acepta las ordenes de Ato-San y Aran-Min, a los que reconoce su sabiduría. Su simpatía además, complementa la mayor seriedad de sus compañeros, por lo que Porto, conocedor de que la falta de alegría emponzoña el alma, exagera aún más sus bromas, con el buen fin de hacer sonreír a sus amigos.
