lunes, 1 de noviembre de 2021

Mythic Battles Pantheon (Hefesto)

Otra de las "grandes expansiones". En este caso, incluye, además de los nuevos personajes, un par de tableros, escenarios y múltiples unidades con protección frente al fuego... 

MBP EXPANSIÓN HEFESTO




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HEFESTO


Dios del fuego y la forja, señor de los artesanos e hijo de Zeus y Hera. Aunque hay quien dice que fue hijo solo de la diosa, celosa ésta de que Zeus hubiera tenido solo a Atenea. No solo su nacimiento, sino también su vida está llena de historias contradictorias. Así, hay quien dice que ya nació contrahecho y que fue su propia madre Hera quien lo arrojó del Olimpo, produciéndole una cojera eterna. Pero otros dicen que fue Zeus que lo lanzó de la cima, por haber liberado a Hera, encadenada tras una pelea con el señor del Olimpo. En cualquier caso, el dios quedó lisiado para siempre, pero desarrolló su talento para la creación de fabulosos artefactos y hermosos ornamentos. De esta forma, creo un hermoso trono para Hera, con el que la dejó atrapada. A cambio de su liberación, Hefesto reclamó su vuelta al Olimpo y la mano de Afrodita. Aunque sus deseos fueron concedidos, y el dios orfebre regaló a la diosa del amor un cinturón que la hacía totalmente irresistible a los humanos, nunca consiguió ser correspondido, ya que Afrodita se entregaba en secreto a Ares. Informado por Helios de la infidelidad de su esposa, Hefesto atrapó a los dos amantes con una red de oro esperando que los demás dioses se burlaran de ellos. Sin embargo, la mayoría de las chanzas fueron a costa del dios cojo. Entre sus mayores creaciones están las sandalias y el casco de Hermes, la égida y los rayos de Zeus, la armadura de Aquiles, el carro de Helios y muchos otros.

PANDORA



Zeus ordenó a Hefesto que creara a Pandora como castigo a Prometeo y sus creaciones, los humanos. Dotada de belleza por Afrodita, inteligencia por Atenea y con muchos otros dones, fue dotada también por Hermes con la tendencia al engaño y la inconstancia. Entregada a Epimeteo en matrimonio, Zeus le entregó como ofrenda un ánfora sellada, la cual no debía ser abierta bajo ninguna circunstancia. Pandora no pudo resistir la tentación y acabó liberando a todos los males encerrados en el ánfora, quedando solo en el interior la esperanza.




ACAMAS


También conocido como Acamante, se trata de un cíclope que trabajaba como asistente de Hefesto en las fraguas de Sicilia. Poco se conoce de él más allá de que era compañero de otro cíclope, Piragmón. Los cíclopes de la primera generación son considerados hijos de los dioses primordiales (en general, hijos de Gea) y además de una fuerza de la naturaleza era hábiles artesanos por lo que Hefestos se hizo con sus servicios como ayudantes, sobre todo en la fabricación de armas para los dioses, tales como el rayo de Zeus. La segunda generación de cíclopes, hijos de Poseidón, mostraron una inteligencia más limitada, aunque de salvaje temperamento e igual fuerza bruta que sus primos mayores. 


ÁGUILA CAUCÁSICA


Conocida también como Etón o águila de Prometeo, se trata realmente de un monstruo, con forma de águila gigante, hijo como tantos otros de Equidna y Tifón. Como castigo a Prometeo por haber robado el fuego a los dioses y entregárselo a los hombres, Zeus lo encadenó a una columna en las montañas del Cáucaso, donde Etón le devoraba el hígado todos los días. Además, la víscera se regeneraba todas las noches, eternizando la agonía del titán. El Águila Caucásica fue eliminada finalmente por Heracles cuando liberó a Prometeo.


TORO de CÓLQUIDE


Se conocen dos toros enormes, de pezuñas de bronce y aliento de fuego, creados por Hefestos y que vivían en la Cólquide. Cuando los argonautas llegaron a la zona, el rey Eetes le prometió a Jasón que le ayudaría en su búsqueda del vellocino de oro si conseguía capturar los dos toros y uncirlos para arar un campo. El héroe lo consiguió gracias a varias pócimas que le hacían inmune al calor desprendido por las reses. Estas pócimas habían sido creadas por Medea, hija de Eetes y enamorada de Jasón.

PROMETEO



Titán hijo de Jápeto y Asia, hermano de Atlas y Epimeteo. Desde siempre fue un benefactor de la humanidad, de la que se dice que fue creador. Engañó a Zeus cuando este quiso instaurar los sacrificios a los dioses. Dividió un buey en dos partes, en una ocultó dentro del vientre la carne, piel y vísceras y en otra puso los huesos, pero recubiertos de la grasa. Cuando Zeus tuvo que decidir que parte iba a los dioses, eligió los huesos disfrazados, dejándole a la humanidad la carne y las pieles. Encolerizado por el engaño, Zeus prohibió el fuego a los hombres, pero el Titán lo robó y se lo entregó a la humanidad, así como los conocimientos para recrearlo y que no se apagara. Enfurecido por este robo, Zeus ordenó crear a Pandora y enviársela a Epimeteo. Por otro lado, Prometeo fue finalmente castigado a ser encadenado en el Cáucaso y su hígado devorado por un águila gigante, aunque se regeneraría cada noche para prolongar su sufrimiento. Finalmente fue liberado por Heracles.


TALOS


Autómata de bronce creado según unos por Hefesto y según otros por Dédalo. Encargado de vigilar Creta, a la que daba tres vueltas todos los días. A veces se metía en el fuego hasta ponerse al rojo vivo para atacar a sus enemigos, calcinándolos con el simple contacto. Su único punto débil era un clavo que taponaba una vena que irrigaba todo su cuerpo, colocado en su talón. Cuando los argonautas llegaron a Creta, Medea embrujó al gigante, que se arrancó el clavo, derramando todo su fluido vital y pereciendo (o dejando de funcionar).


GOLEMS de LAVA


El dios de la forja poseía múltiples talleres alojados en volcanes activos, siendo el más famoso de ellos el que poseía en las entrañas del monte Etna. Creados de la lava de dichos volcanes, monstruosos golems servían al dios como ayudantes y protectores de sus inventos y sus herramientas.


GUERREROS MECÁNICOS


Hefesto se encontraba casi siempre enfrascado en sus inventos y trabajando en la fragua. Para ayudarlo en sus tareas, uno de los primeros inventos del dios fueron unos autómatas para que le ayudaran en sus tarea. Con aspecto humano, pero con fuerza y agilidad mejoradas, sus cuerpos metálicos eran capaces de soportar enormes temperaturas, siendo unos asistentes ideales para la forja del dios.