Kat la intrepida
Hija de corsarios, nieta de piratas, el nombre de Kat y la figura del Maullido del Mar, su barco, es conocida en los siete mares. Pese a los rumores difundidos por gobernantes y empresarios corruptos, entre el plueblo llano es sabido que Kat y su tripulación jamás ha robado nada ni a pescadores ni horrados transportistas. Sin embargo, todo aquel que lleve en sus bodegas oro y joyas robados o los productos saqueados de los pobres graneros y almacenes de honrados trabajadores navega siempre con un ojo a la espalda, seguro de que, en el momento más inesperado, el Maullido surgirá como un relampago para devolver las propiedades a sus legitimos dueños (menos la comisión correspondiente, claro está).
Esta pequeña luchadora apareció un día en la gran ciudad, proveniente de las montañas donde había sido entrenada por una misteriosa secta de monjes guerreros. Según se rumorea se encuentra inmersa en la búsqueda de siete joyas mágicas fundamentales para la supervivencia del mundo. No obstante, Oz se ha encontrado con que la civilización es muy diferente de su hogar en las montañas y que la injusticia impera con asiduidad. Es por ello que ha visto interrumpida su misión principal muchas veces para poder ayudar a los necesitados. Aunque nunca se queda para recibir los agradecimiento, la pequeña guerrera de las montañas se está convirtiendo ya en una leyenda entre las gentes humildes de la gran ciudad.
Este erudito, siempre despistado y con su pensamiento perdido en mil problemas distintos, es considerado una de las más superdotadas mentes de la historia. Aunque no se caracteriza por su velocidad de acción, si se tiene tiempo y paciencia se puede estar seguro de que, por irresoluble que parezca el problema, Caracolo, el Sabio, sabrá encontrar una solución. Muchos nobles, ricos comerciantes y otros eruditos han acudido a Caracolo con sus dilemas y cuestiones y nadie a salido decepcionado. Eso sí, las prioridades en la meticulosa mente de Carcolo poco tienen que ver con la cuantía de la recompesa ofrecida, y mucho más con el desafío planteado por el problema.
Nadie sabe quien acecha en las oscuras noches saltando agilmente por los tejados de la cuidad. Algunos creen que la Sombra Felina es uno de los inumerables heroes de la ciudad que intentan hacer el bien para expiar una falta. Otros opinan que no es más que un ladronzuelo de poca monta que difunde rumores exagerados para expandir su fama y tapar sus fechorías. Otros llegan incluso a proponer que se trata de algún miembro de la nobleza o rico comerciante que, aburrido de su anodina existencia, se divierte jugando a ser un heroe nocturno. Sea quien sea, es indudable que, en la noche, alguien te vigila...
Perteneciente a una Orden de caballeros penitentes errantes, Sir Tortulot no suele hablar mucho sobre si mismo, aunque de todos es conocido que los miembros de su Orden son siempre nobles que han cometido algún acto deshonronso, decidiendo tomar las armas y la túnica blanca y acometer una serie de misiones o trabajos para limpiar su deshonra. Se desconoce que pecado cometió Sir Tortulot, pero de ser cierta la cantidad de acciones heróicas y desinteresadas que dicen que ha realizado por el bien de los humildes y desamparados, la culpa que le aflige debe de ser inconmensurable...
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